20 años tragedia de Mameyes Ponce y nuevas información interesante

Fuente: http://archivo.primerahora.com/archivo.asp?guid=6C88B281319C480CA789426BF352F05E&keyword=mameyes   Misterio sobre Mameyes

viernes, 7 de octubre de 2005 PANORAMA

Por: Nydia Bauzá PRIMERA HORA      Ponce.- Histórico secreto. . Al conmemorarse hoy el vigésimo aniversario de la tragedia de Mameyes, salen a la luz nuevas versiones sobre las causas que provocaron el enorme alud que barrió con la humilde comunidad ponceña aquella madrugada del 7 de octubre de 1985. . Las autoridades nunca precisaron el número oficial de víctimas ni qué provocó el derrumbe de las humildes estructuras de madera y zinc. Desde entonces, se han tejido diversas teorías y se han hecho muchas conjeturas. Se cree que el número de muertos superó el centenar. . Una fuente vinculada al equipo de expertos que viajó desde Francia para participar en las labores de rescate le dijo esta semana a PRIMERA HORA que en una de las casas del cerro había un depósito clandestino de material de pirotecnia y que la pólvora almacenada pudo provocar la explosión que precedió al derrumbe. . «Esto lo han mantenido como un secreto histórico y lo mantuvieron callado porque si declaraban que el derrumbe fue ocasionado por explosivos, no venía la ayuda de FEMA (la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias», especuló la fuente. . La mujer, que pidió que no se le identificara, relató que fueron las brigadas de perros franceses las que detectaron la pólvora entre los escombros. «Los perros franceses daban señales de cadáveres, pero también dieron señales de pólvora. Ahí pararon la búsqueda de civiles, entró la Guardia Nacional y sacaron a todo el mundo», dijo la fuente. . Recordó que esa noche llovía tanto que «era como si tiraran baldes de agua y cuando eran como las dos y pico de la madrugada, cayó un rayo». . Héctor Muñiz, residente del cerro San Tomás, comunidad aledaña a Mameyes, relató que se hallaba en el balcón de su casa cuando cayó el rayo. «De momento vi como una llama, una bola de fuego que descendía del cielo, impactó el monte y ahí sentí una explosión, sentí que se me estremeció mi casa y salí a la parte de atrás porque mi casa era un poco alta y detrás había un muro de cemento. Fui a ver si se había afectado y efectivamente el muro se había roto», dijo Muñiz. . «No me dejaban pasar porque era peligroso, pero como yo conocía la comunidad, busqué un atrecho y me encontré con la comunidad totalmente destruida. El agua estaba hirviendo, sumamente caliente. El agua que corría por una parte que le decían La Joya tenía un olor raro, como azufre o algo parecido», añadió. . -¿Usted había conocido de que allí hubiera algún almacén de azufre o alguna fábrica? . -Que yo sepa, no. . -¿Para usted no fue un rayo lo que cayó? . -Para mí no fue un rayo, yo soy veterano de Vietnam y estuve en Fort Benning (Georgia) y vi muchos rayos caer. Era la primera vez que veía algo así. Mi vecino logró ver lo mismo porque estaba también despierto y nos manteníamos en comunicación, pendientes a la situación. . Otro rescatista y vecino de Mameyes, Heriberto Rivera, fue más lejos y dijo que allí estuvo la Agencia Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) tres días recogiendo evidencia. «Lo que cayó pudo ser basura de la NASA o un satélite porque Mameyes había sufrido no tres días, semanas completas de lluvia y no había pasado nada de eso. Allí cayó algo porque ese monte se quemó y no ha nacido nada. Los franceses que acompañaban a los de la NASA hacían tres tipos de marcas, la azul de que había posible vida, la blanca de posibles muertos y la roja era secreto militar», narró. . Luz Miriam Pérez, otra vecina del cerro San Tomás, contó que esa madrugada se levantó para darle leche a su hija de dos meses. «Eran como las 2:00 o 3:00 de la mañana. Sentí un ruido bien grande, como una explosión», relató la mujer. . «Mi abuelita, quien fue nacida y criada en Mameyes, decía que allí había una fábrica de petardos. Aunque se decía que ya no existía, también se ha comentado que pudieron haber quedado drones enterrados», agregó. . Ruth Cedeño, una maestra que vivía en una ladera contigua al sector Portones, recordó el rayo estruendoso. «Fue impresionante. Toda la montaña se prendió y el fuego era en colores. Después hubo como una explosión y se desplomó el cerro», dijo Cedeño. . «Esa noche llovía mucho y se me mojaba la sala. En la madrugada sentí como un temblor. No teníamos alcantarillado y toda la tierra estaba blandita. Me acosté y a las 5:00 de la mañana mi cuñado vino corriendo gritando ‘se cayó Mameyes’. Cuando abrí la puerta del frente, me encontré con que ya no había casas», recordó. .   Más allá de la especulación . En la madrugada del 7 de octubre de 1985, la lluvia era incesante por una vaguada estacionaria que azotó la Isla ese fin de semana. Además de la inestabilidad del terreno, se especuló que una rotura en un tubo gigantesco de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, que estaba filtrando agua desde hacía mucho tiempo en el cerro de Mameyes, pudo haber precipitado el derrumbe. . Decenas de ponceños quedaron sepultados en una impresionante masa de lodo, piedra, agua, madera y zinc. Decenas pudieron ser rescatados. . La fatalidad también tocó esa misma madrugada a otras familias puertorriqueñas a causa de las lluvias. . En el sector Paso Seco, en Santa Isabel, un puente de la autopista Luis A. Ferré se desprendió y en la oscuridad de la noche perecieron unas 30 personas cuyos automóviles cayeron a las aguas de una quebrada. Muchos de los cuerpos tampoco aparecieron. . En el sector Las Batatas del barrio El Tuque de Ponce, las aguas arrastraron a varias familias y murieron otras 15 personas. .

 

 

 

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En dibujos infantiles el presagio de la tragedia.

 

 

viernes, 7 de octubre de 2005 PANORAMA

Por: Nydia Bauzá PRIMERA HORA

 

 

Ponce.- ¿Presagio o casualidad?

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Los impresionantes dibujos en papel de estraza y crayola en los que ocho niños del Head Start del barrio Mameyes presagiaron la tragedia que ocurriría en su comunidad se conservan en una urna de cristal en el Archivo Histórico de Ponce.

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El viernes 4 de octubre de 1985, tres días antes del mortal derrumbe, los pequeños David, Rose, María de Lourdes, Wanda, Ángel Joel, Hobraian, Samuel y José Luis plasmaron con sus manitas lo que después se interpretó como una premonición.

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Casi todos dibujaron cruces, algunas en negro y marrón. También dibujaron un rayo, uno pintó una casa «patas arriba» y otro recreó la montaña desplomándose. Dos de ellos, David y Hobraian, murieron en el derrumbe.

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«Esos nenes eran bien expresivos. Siempre los he recordado. Esos niños para mí…», dijo embargada por las lágrimas y sin poder completar la oración la maestra del desaparecido Head Start, Milagros Rodríguez.

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La maestra recordó que aquel grupo preescolar era de 25 estudiantes y ese viernes discutían el tema del servidor público.

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«Esos ocho niños en particular pidieron crayolas. Se acostaron en el piso y se pusieron a dibujar. Cuando terminaron le dije a mi ayudante, Isabel Berríos, quien murió allí y nunca la encontraron, que pusiera los dibujos en el ‘Bulletin Board’. Ella me dijo, ¿tú los viste? y yo le contesté, ponlos ahí y allí se quedaron», relató Rodríguez a PRIMERA HORA.

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La maestra recordó que ese día los niños estaban bien contentos porque habían celebrado el cumpleaños de dos de ellos, David y Hobraian, ambos desaparecidos en el fatal derrumbe.

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«Todos estaban muy contentos. Muchos de los padres estaban allí y recuerdo que se cogieron de las manos y cantaron la canción ‘We Are The World'», indicó la maestra.

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Relató que el lunes 7 de octubre, ya ocurrida la tragedia, ella se presentó al Head Start y los dibujos estaban en el tablón, pero no fue hasta el día siguiente que una de las maestras de segundo grado, Ruth Cedeño, la alertó del contenido. «Cedeño se quedó mirando los dibujos y me dijo, ‘esos dibujos se parecen a lo que ocurrió aquí’. Yo los miré y le dije, ‘sí, tienen muchas cruces'», rememoró Rodríguez, a quien PRIMERA HORA localizó esta semana en la escuela Juan Morel Campos, donde ahora imparte clases junto a su ex compañera de labores en Mameyes.

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Luego Rodríguez recordó que la prensa le dio mucho despliegue y dos días después, los directivos del Head Start los fueron a recoger. «No los volví a ver. Después supe que se los habían llevado para Washington y ahora me entero por usted de que están en el Archivo Histórico», señaló la profesora de sexto grado.

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Recordó que a raíz de la tragedia, el Head Start cerró y los estudiates terminaron el curso escolar en una escuelita en la Playa de Ponce, adonde eran transportados a diario en autobús.

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La maestra dijo que los dibujos fueron analizados por sicólogos y especialistas y recordó que el astrólogo Walter Mercado «dijo que le habían impresionado porque muchos de los niños tenían nombres bíblicos».

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Ruth Cedeño, quien también imparte clases en la escuela Morel Campos, evocó emocionada el momento en que ella se percató de «la premonición» de los niñitos.

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«Me quedé mirándolos y me dio curiosidad porque mi ahijado David había dibujado su casa, pero tenía una cruz arriba y otra abajo y a él no lo encontraron ni tampoco a su hermanito. Ellos dormían juntos», narró Cedeño. «En ese momento le pregunté a Rodríguez, ‘¿qué clase era la que tú estabas dando?’ Ella me dijo que el tema era los servidores públicos y yo le dije, ‘¿por qué ellos dibujaron eso?'», relató la maestra.

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«Todavía a mí me impresiona porque muchos de mis estudiantes de segundo grado murieron. Había uno de ellos, Carlitos, que su mamá siempre lo llevaba a la escuela y lo encontraron abrazado a ella», recordó compungida.

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Sin embargo, la maestra dijo que cuando piensa en Mameyes, «me vienen a la memoria cosas buenas porque la gente allí era muy buena».

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